LAS VEGAS (KLAS) — Gran parte de lo que bordea la frontera entre los Estados Unidos y México, a lo largo del estado de Texas, es algo totalmente natural: el Río Grande.

Es difícil encontrar un muro o algún tipo de barrera por este largo camino limítrofe, ya que la mayoría es ocupada únicamente por agua.

En el tour realizado por el equipo de Border Report, se puede observar a varias personas al aire libre, disfrutando del agua, ya sea para actividades como la natación o la pesca. Sin embargo, al no contar con una construcción que haga más segura el flujo de inmigración al país en esta parte de la línea, los agentes de la Patrulla Fronteriza se mantienen atentos, controlando cada movimiento.

La Patrulla Fronteriza declaró que un aproximado de 60 y 70 personas intentan cruzar diariamente hacia el parque “Los Dos Laredos”, del lado estadounidense, reportó Border Report.
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